LAS VALLAS DEL PARDO

Cada vez que lo visito...me irrito.

Quién reparte , quién transforma, quién decide cuál es la mejor manera de destruir para construir?

Para los que producen los ruidos de disparos que contaminan el paisaje de sonidos del río Manzanares, que aún vive, aunque cada vez más deteriorado y cansado; para ellos son, las encinas centenarias, el privilegio de convivir con los animales, cuya mera existencia, cuyo mero encuentro , ya es para nosotros un precioso regalo.

Para nosotros , las vallas, las repoblaciones analfabetas de pinar donde tendría que haber bosque de rivera, pagadas encima con nuestros euros y cuyo único sentido es compensar favores entre gentes que se creen importantes. Y lo peor es que lo son más de lo que creen, con escucharnos les bastaría para saberlo.

Tal vez el problema sea que de tanto utilizar su retórica de político en permanente mitin al mundo, sus medias verdades y mentiras enteras, hayan terminado con la capacidad de , siquiera, escucharse a si mismos.

Cómo si no, explicar que los mayores tesoros e la Comunidad de Madrid sean el club privado de militares, cazadores y gente que ya lo tiene ¨todo¨en sus maravillosos chalets de Mirasierra, somosaguas, Moraleja, etc...

Para ellos los domingos de barbacoa , aire puro y naturaleza sin salir de casa. Para nosotros el atasco, el humo de la ciudad, las prohibiciones, pagar por mear, por usar la calle, nuestra calle, por aparcar, ...prohibido barbacoas digo, mientras me como un chuletón en la parrilla de mi casa a 10 cómodos minutos de Madrid, atravesando en 5 los barrios en que vive la chusma.

Patrimonio Nacional protege nuestro Patrimonio de nosotros mismos, prohibiéndonos su uso y facilitándoselo , antes a los Nacionales y ahora a los mansos dirigentes que dicen ser socialistas ahora a los herederos de los franquistas que ,no contentos con haber creado sus fortunas con lo robado gracias a las armas por sus padres y abuelos, se han constituido en organización criminal perfectamente preparada para la actividad delictiva, como demuestra el porcentaje subrealista de responsables del partido que son delincuentes.

Los socialistas , como los cerdos de rebelión en la granja, querían que todo fuera para todos, pero cuando pudieron disfrutar de lo que antes era de los caciques, el reparto paso a un segundo plano y ahi se quedo, igual que los cadáveres de los represaliados siguen en las cunetas.